martes, 27 de enero de 2009
Octasílabos
Soberana raspadura
estrujando la verdura
que lo flaco con cordura
a lo gordo es hermosura.
Bienvenido al bebedero
el dominio del tendero
visitado del cartero
con prolijo y gran esmero.
Fuerte y dura la pestaña
más flexible que la caña
escondida en la cabaña
allá arriba en la montaña.
Atardece a la distancia
lentamente y con fragancia
moderada y sin prestancia
cual sonido de ambulancia.
La consciencia y el subconsciente
La conciencia no es más que los sentidos puestos a prueba.
La conciencia separa, el subconsciente nos unifica.
Los arquetipos son el molde de toda manifestación.
El pasado, el futuro y el presente
El pasado y el futuro no nos deben preocupar ya que lo que pasó, en poco lo podemos arreglar y lo que vendrá es consecuencia de lo que ocupa nuestro pensamiento hoy.
En suma, el presente, el hoy y en particular el ahora es quien debe atrapar nuestra total atención.
Lo que hoy sembramos lo recojeremos mañana.
Congelar el tiempo
Poder congelar el tiempo, detenerlo y observar el instante efímero que ya no es.
Suspiro del alma, ese mínimo respiro de la inmensidad.
¿Cuándo es el fin el final y el principio el comienzo si no hay más que este instante tan fugaz?
Ardor insolente el de la mente agraviada que pretende comprender aquello que no es del intelecto afín y que sí más allá de los sentidos amables.
El árbol de la sabiduría
Adán consintió en que Eva probara del fruto prohibido porque intuyó que tendría mejor sexo.
Navidad del cincuenta
En aquella navidad del cincuenta recibió los regalos más preciados: caramelos de leche y el jeep de lata.
Aquellos caramelos eran como la felicidad en ese momento. No quería comérselos para que durara más, aunque no eternamente.
Era como desear algo sin alcanzarlo. Al alcanzarlo se acababa la gracia de desear.
El deseo era más fuerte que la obtención de lo deseado.
Leer los pensamientos
A - ¿Sabés que puedo leer los pensamientos?
B - No me digas ... --luego de un rato-- Disculpas.
A - Aceptadas.
Hace rato
A - Hola, hace rato que no te veo.
B - Lo mismo digo. ¿En qué andás?
A - En lo mismo que vos. Por eso no nos vemos.
B - ¿Querés decir que también estás muerto?
A - No creo, pero si a vos te parece.
¿Qué quieres decir?
A - ¿Qué quieres decir con que no entiendes? Explícame qué es lo que no comprendes. No te entiendo.
B - A eso justo me refería. ¿Ves que tú tampoco entiendes?
A - No, no entiendo.
B - Entonces ya somos dos los que no comprenden.
A - Sí, es cierto, cada vez entiendo menos.
Pregúntame algo
A - Pregúntame algo que quieras oir.
B - Tú ya sabes lo que quiero escuchar.
A - Sí, pero eso no te lo puedo decir.
B - Pues lo que puedas decirme ya no me interesa.
La búsqueda
La búsqueda tenaz logra objetivos a veces ni siquiera imaginados.
A mayor búsqueda mejores resultados después de filtrar atentamente.
No hacerse problemas
No hacerse problemas es un verdadero problema. Es no tener en qué ocupar el tiempo.
Una panacea es tener y gozar de todo lo que se tiene en vida y no verlo y anhelarlo desde el más allá.
Si mi pluma se fatiga es que no hay más ideas que quieran salir de mi cabeza. La pluma, como amante silenciosa, espera.
Como los antiguos caballeros, blandiré mi pluma contra la injusticia. No quedará cabeza que alimente un rencor, a menos que sean muy valientes.
Escribir con pluma gruesa
Escribir con pluma gruesa es un buen EEG. Si el pensamiento fluye rápido, el trazo será fino, pero si estás tratando de generarlo el mismo será grueso por la acumulación de la tinta. Y el servicio es gratis.
Las verdades
Las verdades no dejan de serlo simplemente porque alguien no crea en ellas; como tampoco una mentira se hace verdad por creer en ella.
No obstante, como ambas son pensamientos, corremos el serio riesgo de hacerlas realidad por repetidas.
¡Qué hermoso día!
¡Qué hermoso día! y no es que esté soleado, al contrario, está nublado.
¿Ves que lo lindo está adentro y se refleja afuera? De ahí lo virtual y aparente de lo externo en la medida que consideremos lo interno.
El agua siempre surge de una fuente.
El aceite quemado
El olor del aceite quemado me recuerda un auto viejo que ya no quiero tener más; al igual que los frenos sin asistencia hidráulica.
Los pensamientos se concretan
Ya que los pensamientos se concretan al expresarlos, no hay nada más estéril que el silencio. Aunque el ruido en la mente sea insoportable.
Dejar fluir el pensamiento es demasiado "time-consuming".
Lo más difícil de escribir
Si lo más difícil de escribir es saber qué escribir, eso está siempre resuelto. Podemos escribir sobre el qué escribir.
La esperanza
La esperanza, como una mamá consoladora y sobreprotectora nos acompaña en cada nuevo emprendimiento.
Más o menos como caminar
Escribir es más o menos como caminar. Se aprende sobre la marcha, puesto que a la edad en que aprendemos a caminar poca teorización sobre el asunto podríamos hacer.
Cualquier espera
A veces creo que cualquier espera no es más que un pueril intento de congelar el tiempo y poder tomar el control en nuestras manos.
Yo suelo esperar mucho tiempo y así a veces consigo ese control.
Escribir sólo para soltar la mano
Escribir sólo para soltar la mano y agilizar los pensamientos.
Es duro volcar la realidad sobre el papel. Parece más fácil en la mente. Tampoco hay mano que acompañe la velocidad de un soliloquio.
El pensamiento discurre en el éter, el escrito fluye a través de una humilde pluma que en muy pocos casos es famosa.
¿No será que hablamos en metáforas?
¿No será que hablamos en metáforas y no todos las comprendemos? No necesariamente poéticas, pueden también ser muy banales.
Hablar y hablar para transmitir y comunicar. Pero siempre hablar haciendo uso y abuso de las palabras. Sin siquiera tratar de exprimir su más oculto sentido u oculta significación.
Hablar, siempre hablar, que la música no se pare, que el silencio no nos atrape en su oscuro recinto. En el ataúd de las palabras.
La complicación de la lengua
La complicación de la lengua me trajo hasta este punto. Querer comunicar y descubrir al mismo tiempo que el significado que quiero transmitir no es expresado por el significante antes adecuado.
¿Qué ha cambiado en la lengua que ahora me es extraña?
Antes, tener hambre y decir pan eran sinónimos. Ahora, tener hambre y citar una marca de hamburguesas es lo natural.
Es por ello que no te comprendo, aún cuando hablemos la misma lengua. Y no es que yo salga poco.
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